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PORQUE CHACO?

Hace un tiempo nos escribió alguien desde un lugar llamado El Sauzalito, al norte de la provincia de Chaco, al límite con Formosa. En su relato nos contó la dura realidad que viven, olvidados y desesperanzados. Nos envió fotos que se impregnaron en nuestra memoria.

CHACO EXISTE 1

A principios de 2017 decidimos contactarlo, la situación había empeorado. Allí nació nuestra Campaña “Chaco existe” donde organizamos un viaje al Impenetrable con la misión de asistirlos, hacerlos visibles y llevarles la mayor cantidad posible de donaciones. Durante dos meses juntamos ropa, alimentos, medicamentos, juguetes y con la colaboración de muchos voluntarios llenamos un camión con acoplado que salió junto con nosotros a conocer una realidad, sabiendo que llevaríamos un poco de alegría y amor a una comunidad abandonada en el olvido.

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Así llegamos al barrio Wichi, donde entregamos “en mano” todas las donaciones que llevamos. Jamás olvidaremos cada sonrisa, cada mirada esa tarde en el que sellamos tácitamente un acuerdo que el tiempo cicatrizará para que perdure y sea una marca en nuestras vidas. Si bien nos trajimos mucho amor, el dolor que nos provocó tanta pobreza se nos hizo herida. Allí los niños sufren desnutrición, más de la mitad de la población sufre de parasitosis, muy pocos niños van al colegio. La población vive en chozas de barro, cañas y el plástico que alguna gestión gubernamental o municipal les dio como “dadiva”. El agua que consumen es mala, “sólo tienen aguan buena cuando llueve”. El pueblo está triste, desamparado y desesperanzado. El Hospital sólo puede atender casos menores… se mueren niños de hambre en el monte y nadie se entera.

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A nuestro regreso sabíamos realmente cuáles eran sus necesidades reales y la responsabilidad y el compromiso que habíamos generado en ellos. Teníamos que hacer algo para ayudarlos, sino terminaríamos siendo cómplices de la desidia y desesperanza en la que viven, esto recién empezaba…
Allí nació un programa para asistir a los niños del barrio, para poder brindarles alimentos, ropa y todos los recursos básicos que necesita un niño para desarrollarse. Por eso, creamos el Programa de Padrinazgo, que hoy cuenta con más de 75 padrinos que ayudan a que más de 120 niños tomen la merienda todos los días, almuercen alimentos saludables 2 veces a la semana y sus familias se lleven bolsones de comida a su casa. Además de visitas médicas, ayuda escolar, campañas de vacunación, llevando un ficha de cada niño que luego será un historia clínica y nos permitirá seguir su evolución.

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