Hace más de tres años, alguién nos escribió desde muy lejos, nos contó de muchos niños que sufrían todo tipo de carencias y nos mandó unas fotos que nos dolieron mucho, en una de esas fotos estaba Elena (hoy nuestra ahijada). En Julio del 2017 salimos en nuestro primer viaje al norte de Chaco, con un camión lleno de donaciones. No sabíamos bien a donde íbamos, ni que ruta tomar, quien nos había escrito nos esperaba allá. Así empezó esta aventura humanitaria.
Aún me acuerdo esa mañana cuando mirabamos las fotos que nos habían mandado de un lugar llamado “El Sauzalito”. Con Verónica nos pusimos a googlear para saber aunque sea donde era. No tuvimos mucha información, si entendimos que era lejos de casa. Cuando vimos la foto de Elena, vimos algo especial, una niña hermosa y alegre, jugando con unos cardos espinosos.¿Vamos? -le dije a Vero y ese mismo día, nos pusimos en campaña. la verdad es que no sabíamos por donde empezar. Publicamos nuestro objetivo en las redes sociales, le pedimos al Club Ciudad que nos diera una mano para empezar a juntar mercaderías y así empezaron a llegar las cosas. Así empezamos a conocer gente que se acercaba con toda humildad a dejar su parte, lo mucho o poco que tenía para la gente del norte.
En esos días aprendimos muchas cosas, una muy importante fue la importancia del compartir y el dar sin esperar. Asi fueron pasando los días hasta nuestro primer viaje. Que locura fue eso. Un camionero loco, llamado Oscar Davila se había puesto a disposición absoluta y con él y el Gran Darío salimos para el “impenetrable”. Tres días de viaje, 1600 km. Rosario, Santa Fe, Reonquista, Resistencia, Saenz Peña, Castelli y la entrada al más camino más significativo que transitamos en nuestra vida. 300 kilómetros de monte cerrado con tierra brava que separa al mundo de todas estas comunidades. Llegamos a El Sauzalito, pleno invierno, con 30º. Todo lo que habíamos pensamos no coincidía en nada. Aquí sólo había desolación, tristeza, polvo y tierra, olvido y desidia.
La gente nos miraba sin entender. Recibieron todo lo que llevamos y las aceptaron sin creer que volveríamos. Sin embargo en Noviembre aquí estabamos de nuevo, esta vez con dos camiones con acoplado, con el Programa de Padrinazgo funcionando a pleno. Esa vez llegamos mejor preparados, sabíamos a que veníamos. La gente nos estaba esperando. Para ellos fue muy importante que hayamos vuelto. Repartimos todas las donaciones esta vez en zonas más sensibles, dejamos mucha comida y también muchos abrazos. Lo chicos corrían a la par de nuestra camioneta cuando nos íbamos. Cada vez nos costaba más volvernos a nuestras casas. Les prometimos volver.
Marzo 2018. Volvimos con dos camiones y dos camionetas de apoyo. Ya todo el pueblo nos conoce, todos nos abren las puertas de sus casas, nos invitan con lo poco que tienen, nos reciben con carteles. Ellos quieren devolvernos todo lo que hacemos por ellos. Los niños estan mejor, se los ve más sanos, mas alegres, nuestras almas incontenibles. Nos despedimos con lágrimas y abrazos. Volveremos. Ellos ya lo saben.
Octubre. Aca estamos, tres camiones, 20 toneladas de comidas, 100 bicicletas, juguetes, amor y mucha más fe. Hay una parte de nosotros que ya vive aqui, porque con ellos compartimos algo que no podemos hacer en la ciudad: Ser simples, dar lo que tenemos y no esperar nada sabiendo que estamos encendiendo en ellos, una pequeña llamita de fe y esperaza que ojalá les sirva para crecer y desarrollarse en la vida.
“Nosotros sabemos lo que llevamos en cada viaje, las más de 100 toneladas que dejamos desde que empezamos con Chaco1, lo que aún no sabemos y el tiempo nos dirá, es lo que nos traemos, eso que nos provoca tanta satisfacción y que nos constituye desde el altruismo en personas, simples y de bien”
El objetivo del programa de padrinazgo es darle a cada niño la posibilidad de desarrollarse como persona y tener un mejor futuro. Enterate como funciona nuestro programa y sumate: www.chacoexiste.org/padrinazgo/
Hoy mediante nuestros merenderos y comedores, alimentamos a más de 500 niños por día. Sumando nuestros almuerzos semanales logramos llegar a más de 3000 personas que en muchos casos es su única comida nutritiva de la semana. Todos los que tienen la remera de nuestra Fundación (son más de 50) son colaboradores voluntarios que trabajan sólo por amor y su retribución son alimentos y otros beneficios para ellos y su familia. Necesitamos sumar voluntades para mantener funcionando nuestros merenderos. Súmate! www.chacoexiste.org/merenderos.
EMPRESAS E INSTITUCIONES QUE CREEN Y TRABAJAN POR UN MUNDO MEJOR, QUE APOYAN Y ACOMPAÑAN ESTA AVENTURA HUMANITARIA
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